Primero que nada, hay que aclarar que la grasa abdominal o grasa visceral es peligrosa porque está asociada con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas y problemas de salud graves, incluyendo enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y cáncer. Esto se debe a que la grasa visceral produce hormonas y sustancias químicas que pueden ser perjudiciales para el cuerpo, y también puede afectar la forma en que el cuerpo procesa la insulina y la glucosa en la sangre. Además, la grasa abdominal también puede aumentar la inflamación en el cuerpo, lo que puede ser perjudicial para la salud general y contribuir a una serie de problemas de salud.
Es importante tener en cuenta que no todas las personas que tienen grasa abdominal tienen un mayor riesgo de enfermedad, ya que también depende de la cantidad total de grasa corporal y de otros factores de riesgo como la edad, el sexo, la genética y el estilo de vida. Sin embargo, reducir la grasa abdominal a través de cambios en la dieta y el ejercicio puede ser beneficioso para la salud en general.
Es cierto que la genética y la evolución también pueden influir en la acumulación de grasa abdominal en algunas personas, pero la fórmula que nunca falla para la acumulación de la grasa abdominal es el sedentarismo más los malos hábitos. Algunas personas tienen una mayor predisposición genética a almacenar grasa en el abdomen y pueden encontrar más difícil perderla. Sin embargo, esto no significa que sea imposible, ya que aún se pueden lograr cambios significativos mediante un estilo de vida saludable, ejercicio regular y una alimentación adecuada.
La grasa que está localizada en el abdomen se le conoce como grasa visceral, el problema de esta grasa es que produce una hormona que se llama cortisol que va estrechamente relacionada al stress y otras sustancias inflamatorias que se denominan citosinas las cuales afectan a la producción de insulina en el cuerpo, también corremos el riesgo de que esta grasa se riegue por el resto de nuestro abdomen y se adhiera a nuestros órganos esto puede tener como resultado un riesgo peligroso porque está asociada con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas y problemas de salud graves, incluyendo enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y cáncer.